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miércoles, 28 de junio de 2017

“Sambá” y la lucha para sobrevivir dentro y fuera del ring

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“Sambá” y la lucha para sobrevivir dentro y fuera del ring


El boxeo en el cine tiene una larga historia que involucra la creación de grandes producciones cinematográficas en las que la naturaleza humana es observada utilizando este noble deporte como un filtro que agrega un efecto dramático único. Este es el caso de “Sambá”, una producción dominicana dirigida por el equipo de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas y protagonizada por Algenis Pérez Soto y Ettore D’Alessandro.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con el equipo de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas? Algenis Pérez Soto: Como actor fue una experiencia muy grata para mí. Yo sabía que eran muy buenos directores, pero comprobarlo por mí mismo trabajando junto con ellos fue una experiencia increíble y le doy las gracias a Ettore y Carolina (Encarnación), productores de la película, porque me dieron la oportunidad de trabajar con ellos.
Ettore D’Alessandro: Sí, por mi lado soy guionista de la película, actúo al lado de Algenis y también soy productor. Desde el principio mi idea era lograr contar una historia del boxeo con una mirada fresca que se alejara de los clichés. Elegimos a Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, después ver algunos de sus trabajos anteriores, porque la idea era llevar elementos de una cinematografía con tonos suaves y realistas que lograran captar la belleza del escenario y trasladarla dentro de un contexto mucho más crudo y dramático. Fue una experiencia rica y grata.
Algenis, esta es tu segunda película relacionada con un deporte, ¿es coincidencia o un género que te atrae como actor? Fue casualidad, pero también me atrae porque soy muy físico y me gustan ese tipo de roles, pero también me gusta hacer cosas totalmente diferentes, como otras películas que eventualmente irán saliendo en un futuro cercano, pero sí, me encanta hacer películas de deportes, me encanta el drama y si van de la mano es perfecto.
Ettore, ¿cómo surgió la idea de este guion? El guion nace de un deseo que tengo desde hace mucho tiempo. En los últimos años el boxeo ha estado presente en mi vida justamente por eso, porque es un deporte que es una metáfora de vida increíble y lo que es interesante muchas veces es la parte con la que el boxeador se confronta todos los días para lograr tener los doce rounds arriba del ring. Esta no es una película que no se enfoca en ganar o perder, sino más bien en la segunda oportunidad que mucha gente trata de conseguir en la vida. Por eso siento que le habla a todos, porque todo el mundo cae en algún momento de su vida.

¿Cómo se prepararon para interpretar a unos boxeadores? Ettore: Siento que hicimos un trabajo increíble. Empezamos con Manuel Batista y después –en La Ciénaga–continuamos el trabajo con boxeadores profesionales, pero siento que el trabajo excepcional aquí lo ha hecho Algenis, quien llegó de una manera y meses después, gracias al hecho de estar totalmente comprometido, se había vuelto todo un boxeador.
Algenis: A mí me encantó el proceso porque fue como un reto. Recuerdo que cuando hice la audición me dijeron que tirara unos cuantos golpes para ver si tenía el estilo de un boxeador, y no fue así. Tuve la suerte de que Manuel Batista me entrenara como si fuera un boxeador que tenía una pelea al mes siguiente. A veces le recordaba que esto era una película. Yo tenía que hacer todos los drills profesionales y eso me ayudó mucho. El esfuerzo valió la pena.
El filme también cuenta con la participación especial de dos campeones mundiales del boxeo: Félix “Mangú” Valera y Joan “Little Tyson” Guzmán, ¿interactuar con boxeadores profesionales influyó en la forma que ustedes se desenvolvieron delante de la cámara? Ettore: Siento que es más fácil trabajar con la gente que sabe exactamente lo que hace, tiene el control total y sabe hasta dónde puede llegar con el golpe para que parezca real.
Algenis: Cuando nos ponían a pelear con estos boxeadores, desde que estábamos entrenando, me sentía confiado porque sabían lo que estaban haciendo. Ellos sabían que no éramos boxeadores naturales, sabían cómo manejarse y cómo golpearnos. La actuación se hacía más fácil porque conocían sus movimientos y eso hacía que el movimiento de uno también fuera fluido.
¿Cuáles fueron los mayores retos al interpretar sus papeles? ¿Dirían que fue el aspecto físico o el emocional? Algenis: Para mí lo físico fue duro. Hubo unas cuantas escenas en las que nosotros estábamos corriendo por el Malecón y en una sentí que las piernas no me iban a dar más. Creía que me iba a caer.
Ettore: Sí, fue muy físico. Todas las peleas las rodamos con una velocidad extraordinaria prácticamente en la noche, que ya es agotador de por sí. Por otro lado, mi personaje tiene una caracterización física con relación al ojo y yo tenía que usar una lentilla todo el tiempo, que también era algo que molesta, pero al final son cosas que como actor uno logra utilizar.

Algenis, ¿qué te atrajo originalmente a este papel? Cuando leí el guion, y sobre el personaje de Francisco Castillo, me gustó mucho interpretar a un boxeador que estaba pasando por esos problemas y tiene que pelear para poder sacar a su familia hacia adelante. Eso, más el reto de tratar de lucir como un boxeador, me llamó la atención, y al ver que era un guion bien desarrollado con una producción en la que se podía hacer algo de calidad, quise formar parte del proyecto.
¿Qué diferencia a “Sambá” de otras películas de este género? Ettore: Es una película de género que trata de alejarse de los clichés, principalmente llega a un punto que siento que es diferente a otras películas. Al final todos están boxeando hasta cuando están fuera del ring, porque pelean con la vida. Hay un contraste interesante entre los golpes en el ring y las temáticas más profundas que pasan fuera de él.
¿Cómo fue la experiencia de presentar “Sambá” en el Festival de Tribeca? Ettore: Fue increíble. Tribeca es uno de los festivales cinematográficos más importantes y prestigiosos en el mundo. Nosotros llegamos y nos proyectamos en un contexto con el que uno viene soñando toda la vida. Conseguimos la nominación a Mejor Película Extranjera y eso fue un logro fantástico.

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